El drama humano que genera una guerra es inexplicable, es tremendo, y deja huellas indelebles en todos aquellos que la han sufrido. Estos días muchos europeos lloran por las imágenes que los canales de televisión emiten a diario, lágrimas que se deslizan por las sensibles mejillas de tantos europeos desde la visión de la foto de Aylan Kurdi, el niño de tres años ahogado en la playa turca de Bodrum, que al día siguiente se llenó de turistas turcos en busca ...