Desde que se supo del nombramiento de Avigdor Lieberman como ministro de defensa, los medios no han escatimado en adjetivos poco generosos: «Ultraderechista» «radical» «fanático». Incluso era tildado de «obstáculo para la paz» (si es que había alguna antes de su llegada) y de «amenaza para la estabilidad regional” (porque la paz y estabilidad reinantes en el paradisíaco Oriente Medio pueden verse seriamente trastocadas). Su nombramiento parece presagiar grandes males para la zona, en un gabinete israelí más a la derecha ...