Los defensores del movimiento BDS a menudo proclaman, a pesar de la evidencia en contrario, que tiene unos objetivos claramente delimitados. Así, se supone que el boicot cultural sólo afecta a actos o artistas comisionados o financiados por Israel. Pero así como los llamamientos supuestamente restrictivos al boicot académico han llevado a algunos entusiastas a romper directamente lazos con los israelíes, el boicot cultural contra Israel tiene un alcance más amplio de lo que sus ya discriminatorias líneas maestras sugieren. La prueba más reciente la tenemos en el caso del ...