Por el calibre de lo publicado por la prensa española respecto de la figura y biografía de Sharon se puede medir el grado exacto de su antisemitismo larvario, que sin duda revoloteará de odio cuando nuestro héroe muera tras largos años de coma y agonía. Digo nuestro héroe porque es el de muchos judíos de aquí y de allá. Ya pueden tener los palestinos su Arafat y los sirios( no todos ) su Assad. Pocos son comparables al rabelasiano Arik, ...