Mario Satz Durante siglos los judíos hemos sido, y en cierto sentido aún lo somos, el pueblo de la esperanza. De ahí que no sea casual que el Hatikva , el himno nacional de Israel, hable de ella con cierta melancolía. Nuestra esperanza está en el volver, en el reunirnos, en el juntar fuerzas y corazones para restañar tantas y tan viejas heridas. Hubo una época en la que nos importaba mucho ser queridos y aceptados, buscábamos la aprobación del otro, ...