El meñique resentido Mario Satz Porisrael.org Hubo una vez una mano muy hábil, de fuertes dedos a excepción del meñique, que por uno u otro motivo siempre se lastimaba cuando los demás asían, rompían una rama, sostenían una herramienta, empujaban algo o tiraban de una cuerda. El índice era inteligente y el pulgar muy fuerte, el anular flexible y el dedo medio firme, pero el meñique no era ninguna de esas cosas. Servía, claro está, para limpiar los oídos de su dueño, pero ...