Aunque el título de esta nota parezca un mero juego de palabras, lo cierto es que se refiere a un hecho innegable: resulta que los mayores patrocinadores del terror islámico, Arabia Saudita y Catar, son y serán también miembros de la coalición que busca articular el presidente Obama para acabar con el IS, los fanáticos islamistas del califato, decapitadores sanguinarios y desalmados cada día más numerosos y mejor armados. Eso es como querer apagar un fuego con gasolina o como intentar ...