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| sábado abril 20, 2024

Carta abierta al juez Goldstone


Querido Richard

Nuestros caminos se han cruzado muchas veces, obligándome a mantener correspondencia directamente contigo. Pido tu indulgencia para que me escuches hasta el final, leyendo toda mi carta. De hecho, te pido que compartas mi carta con Noleen desde el principio hasta el fin y que respondas con tus pensamientos.

Ha pasado un tiempo desde que yo (inspirada por ti como cabeza de ORT Sudáfrica), junto con el rabino Bernard en Oxford Shule, fundamos una escuela para enseñarles a los trabajadores domésticos de Killarney-Houghton Black a escribir, leer, coser, cocinar y conducir. Ha pasado un tiempo desde que tú elogiabas a mi padre Hubert Press como uno de los mejores cerebros comerciales que hubieras conocido. Pasó un tiempo desde que cené contigo, Noleen, David y Marilyn Rivkin, discutiendo ópera.

La vida judía ha estado clamando por un hombre de la estatura de Adolph Cremieux, del Juez Louis Brandeis, de Sir Moses Montefiore, gente de la más alta integridad y propósitos. Porque aquellos que defienden a sus propios pueblos son recordados para siempre en los anales de la historia. Pero aquellos que se sirven a sí mismos se pierden en la senda de la ignominia.

La judeidad sudafricana está orgullosa, y tus esfuerzos defendiendo la Verdad y Reconciliación en Sudáfrica fueron aplaudidos y te ganaron una reputación como un hombre de estatura.

Estoy desconcertada por la dirección que has tomado como parte del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. El pícaro Consejo ha sido manchado por unos miembros que no condenan la tiranía iraní, la opresión china, el despotismo africano, pero que ocupan su tiempo condenando injustamente a un país, Israel.

La Comisión Goldstone lleva tu nombre. Uno esperaría que el mandato de cualquier informe fuera objetivo, de tal modo que tu nombre pudiera ser respetado y se asegurara un legado. En lugar de eso, tu comité ignoró los hechos, adoptó la parcialidad y rindió el informe llevando tu nombre, ilegítimo.

Trataste de defenderte en el New York Times, pero fue transparente e inefectivo. Podrías haber renunciado a la comisión y retener tu integridad. Sabías que Israel enfrentó 12.000 Grads y Kassams desde la base terrorista de Gaza, apoyada por Irán, 8.000 traumatizando irreversiblemente a familias y niños de Sderot. Sabías que la ONU nunca aprobó una resolución condenando a estos mortales misiles. Sabías que, antes y durante la Operación Plomo Fundido, Israel efectuó miles de llamadas telefónicas celulares para advertir a los civiles. Sabías que Israel mandó miles de textos para advertir a los civiles. Sabías que Israel lanzó cientos de miles de volantes en árabe (me las arreglé para obtener uno de estos como evidencia) para advertir a los civiles. Sabías que Israel abortó operaciones para evitar muertes civiles. Sabías que Israel estableció instalaciones médicas en el borde de Gaza para tratar a civiles. Sabías que Israel dejó caer suministros de comida en Gaza para alimentar a civiles.

También sabías que el personal operativo de Hamas no eran «civiles». Sabías que no sólo no eran civiles sino que se ocultaban detrás de sus propios civiles para disparar contra civiles israelíes. Sabías que abusaron de las ambulancias para propósitos militares. Sabías que mezquitas y escuelas fueron usadas como depósitos y plataformas de lanzamiento de Hamas. Sabías que el personal operativo de Hamas mató o le disparó a las piernas de cualquier gazano que rehusaba usar a Israel como blanco.

El material de video y las secuencias de Youtube están todavía disponibles para todos y cualquiera de nosotros como testimonio.

Sabías claramente que uno de los miembros de tu equipo había condenado a Israel en una carta publicada aún antes de la conclusión de la incursión o del comienzo de tu investigación. Pero no renunciaste ni te distanciaste de la hipocresía de este ilegítimo informe. En lugar de eso, un tedioso informe de 500 páginas acerca de la batalla de 3 semanas fue acolchonado con páginas de la contaminada farsa de la ONU acerca de la barrera de seguridad (mal llamada el «muro»). Qué triste denuncia de la carta de las Naciones Unidas.

Richard, realmente eras un respetado gigante legal en Johannesburg. Este informe no surge de ignorancia o ingenuidad. Estoy tratando tan duramente para resistirme a la conclusión de que tu rol y tu informe podrían representar un deseo de auto servicio para congraciarte y obtener un más elevado cargo en la corte canguro llamada Naciones Unidas. Pero si esto es cierto – y uno espera que este no sea el caso – ¿a qué precio? La asociación con los tristemente célebres jugadores de la ONU no cuentan con el respeto en USA, así que ¿por qué alguien buscaría ser un internado importante en el asilo de la ONU?

He sido muy directa, como los sudafricanos quieren serlo. Pero muchos de nosotros sudafricanos, hemos sido manchados por la perfidia del informe Goldstone. Este es el momento judío del Juicio, cuando la balanza del destino es ingresada en el libro de la vida y todos necesitamos mirar dentro de nuestras almas. No estoy segura cómo pudiste liberarte cómodamente. Quizás podríamos discutirlo cara a cara.

Buen Yomtov para ti, Noleen y tu familia.

Cordiales saludos

Barbara Press Fix

Cortesia: David Hatchwell Altaras

Traducción para porisrael.org : José Blumenfeld

 
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