Vamos a ver de qué se trata este boicot antisemita: el abismo entre el pueblo judío que da esperanza y sentido a las demás naciones, y un pueblo que sólo da tormento y miedo a la humanidad.
El ejecutivo del gigante de la telefonía francesa Orange, Stéphane Richard, dijo en El Cairo que, de ser posible, «mañana por la mañana» rompería la relación entre su compañía e Israel. De todos modos, dijo Richard, la intención es retirar la marca de Israel tan pronto como sea posible. ¿El resultado? Una grave crisis política entre Jerusalén y París, y otra demostración del nivel de penetración del boicot contra Israel en los negocios.
Muchos bancos e instituciones financieras ya han dado la espalda a los israelíes, colocando en peligrosas moratorias a sus empresas. El mayor banco danés, Danske Bank, ha colocado al Banco Hapoalim, israelí, en una lista negra de ética. El banco sueco Nordea ha puesto bajo escrutinio los bancos israelíes Leumi y Mizrahi-Tefahot y el mayor fondo de pensiones holandés, PGGM, retiró inversiones de cinco instituciones financieras en el Estado Judío. El fondo soberano más grande del mundo, el noruego, que gestiona más de $800 mil millones, retiró inversiones de dos empresas israelíes: Africa Israel Investments y Danya Ce-bus. Y Vitens, líder del suministro de agua en Holanda, ha cortado sus vínculos con Mekorot de Israel.
Podríamos gritar contra la hipocresía de Orange, ya que en la decisión de Richard se escucha el chantaje cuya fuente es el mundo árabe-islámico (Qatar está comprando en toda Europa e Irán es un gran cliente para las empresas europeas). Pero tal vez, haríamos mejor pidiéndoles a los teléfonos móviles franceses, de los que Orange obtiene su beneficio en el mundo, que renuncien a sus propias herramientas, porque éstas fueron desarrolladas por Motorola en Israel. Científicos israelíes han creado las tecnologías más importantes disponibles en nuestros teléfonos móviles, incluyendo, por nombrar unos pocos, la tecnología sms y la aplicación de conducción libre de Waze, hoy utilizada en todo el mundo.
Sr. Richard, trate de reemplazar el «made in Israel» dentro de los teléfonos que utiliza Orange con dispositivos que están «made in Cairo», «made in Ramallah» o «made in Teheran». Entonces vamos a ver si tiene 4G.
También, si usted boicotea a Israel, por favor reemplácelo con invenciones de los palestinos, como chalecos suicidas, bombas humanas, misiles de corto y largo alcance, como el que acaba de impactar en Ashkelon. Entonces vamos a ver de qué se trata este boicot antisemita: el abismo entre el pueblo judío que da esperanza y sentido a las demás naciones, y un pueblo que sólo da tormento y miedo a la humanidad.
http://www.israelnationalnews.com/Articles/Article.aspx/17038#.VXbQds_tmko
Traducido para porisral.org por José Blumenfeld
No entiendo