En un artículo recientemente publicado en la revista científica PLOS One,arqueólogos de la Universidad de Tel Hai, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad Hebrea de Jerusalén describen el descubrimiento de un misterioso dolmen (estructura de piedra en forma de mesa de gran tamaño), que se cree tiene 4.000 años de una antigüedad.
Fue descubierto en los alrededores del Kibbutz Shamir, en la Alta Galilea, en una zona donde hay otros dólmenes, durante una visita que hizo el profesor Gonen Sharon del Programa de Estudios de Galilea. Es una de más de 400 estructuras de ese tipo que datan de la Edad de Bronce Intermedia.
La Edad de Bronce se refiere a un período histórico cuando las herramientas y las armas eran hechas de ese metal. Se calcula que empezó aproximadamente en el año 3000 antes de esta era, y se sitúa entre la Edd de Piedra y la Edad de Hierro.
El dolmen sobresale por su descomunal tamaño, la estructura que lo rodea y, especialmente, los grabados que se descubrieron en el interior.
A raíz del descubrimiento de los grabados se inició un proyecto para estudiar el dolmen y sus alrededores, que arrojó nueva luz sobre otros dólmenes en Israel. Existen otros en todo el Medio Oriente, desde Turquía hasta Yemen.
“Esta es la primera representación artística en un dolmen en el Medio Oriente que se ha documentado”, dijo Uri Berger, arqueólogo de la Autoridad de Antigüedades de Israel que también participa en el estudio.
Roca de 50 toneladas
Los grabados, de los cuales se identificaron 15, muestran una línea recta que va en dirección al centro de un arco. No hay nada parecido en otras rocas del Medio Oriente y se desconoce su significado.
El Laboratorio de Arqueología Computarizada de la Universidad Hebrea escaneó el dolmen y, haciendo uso de una técnica innovadora, creó un modelo tridimensional de los grabados, que permitió que los arqueólogos identificaran formas que no podían distinguirse a simple vista.
La roca, que descansa sobre otras, forma una cavidad de dos mts de alto por tres de ancho, y pesa unas 50 toneladas, lo que la convierte en una de las más grandes usadas en la construcción de dólmenes en el Medio Oriente.
El dolmen se encontró entre una enorme pila de piedras en un área de unos 20 mts de extensión, las cuales, en conjunto, pesan unas 400 toneladas. Por lo menos cuatro dólmenes más pequeños se encontraron a los pies del dolmen decorado.
Los arqueólogos dicen que el dolmen indica que existió un sistema de gobierno en la región durante la Edad de Bronce intermedia.
“El gigantesco dolmen es, sin lugar a dudas, muestra de un tipo de construcción que requería una considerable cantidad de trabajadores que trabajaran durante un periodo de tiempo también considerable”, dijo Sharon.
Agregó: “Durante ese tiempo necesitaban alojamiento y manutención también. La construcción de una estructura tan grande precisaba de conocimientos arquitectónicos y de ingeniería que no tenían pequeños grupos nómadas. Y lo que es más importante, se requería un sistema de gobierno sólido que pudiera reunir muchos trabajadores, mantenerlos y, sobre todo, dirigir la ejecución y control de un proyecto de tal envergadura y de tanta duración”.
La zona de los dólmenes fue estudiada por primera vez por el ya fallecido Moshe Kagan en la década de 1950, que identificó más de 400 de tamaño grande, desde los cuales se ve el Valle de Hula.
Las condiciones como se construyeron los dólmenes, la tecnología usada y el pueblo que los levantó siguen siendo uno de los grandes misterios de la arqueología en Israel.
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