El líder de Hezbollah, a pesar de seguir escondido en su búnker, y tras sufrir miles de combatientes muertos en Siria, y de contar con una precaria mayoría en el parlamento, probablemente seguirá siendo obediente a su amo iraní… hasta el final. “Recuerdo en 1979 cuando todo el mundo miraba al imán Khomenei en París. Los corazones de decenas de millones estaban con él cuando abordó el avión camino a Teherán. En Irán, recibió la mayor bienvenida de la historia. Fue ...