Tres jóvenes estudiantes de Jerusalén, avezados en los pasajes más oscuros de la Torá y enamorados su interminable ajedrez de posibles lecturas, se dirigieron a su maestro Madlik Or para interrogarlo acerca del simbolismo de la rosa. -Leemos en Isaías que el yermo se gozará y florecerá como una rosa-comentó Meir Siván-. Me parece que debería decir lo yermo, es decir una parcela, un rincón. ¿No crees? Es imposible que todo el desierto sea un rosedal. -Ve hacia el Mar Muerto-dijo el ...