Son demasiados los ciudadanos del mundo que no tienen posibilidad de influir en su propia vida mediante un voto libre y soberano, como para que quienes sí lo pueden ejercer, lo desperdicien. En un país como Israel, que lidia con tantos desafíos claves para su propia existencia, debería estar absolutamente claro que quien gobierna los destinos del Estado, es quien resultó electo en comicios en los que participaron todos los ciudadanos con derecho a voto. El voto, siempre lo creímos, debería ...
Horas antes de ir a votar…
Un privilegio que debería ser obligación