La ONU ya no es la guardiana de las libertades, permanentemente secuestrada por dictaduras poderosas. Nuevamente, las vergüenzas de la ONU hacen un hedor intenso. Esta organización que nació para defender la democracia en el mundo –era su sueño primigenio-, ha acabado siendo una patética marioneta de intereses espurios, especialmente vinculados con el petrodólar y los países islámicos. En realidad, nada de nuevo bajo el sol de una organización que ya ha hecho cosas tan escandalosas como hacer presidente de la ...