Al señalar el pueblo judío- y junto a nosotros también todos aquellos ciudadanos del mundo, de distintas religiones, que rechazan el odio y el antisemitismo- un nuevo Iom HaShoa, recordamos. Pero eso no es todo. El recuerdo es importante, merecido, ineludible. Las oraciones por los muertos. Las ceremonias solemnes. Las velas recordatorias. Pero lo central es la apuesta por la vida de todos aquellos que lograron sobrevivir y que dedicaron los años posteriores a aquel horror, a formar nuevas familias, a seguir ...