En estos días de profunda reflexión e introspección que pasan y mientras estoy solo frente a mi computadora con el viejo hábito de volcar mis pareceres, mis sentimientos y mis deseos sobre este familiar teclado, se me ocurrieron algunas dudas verdaderas y certezas relativas - valgan las redundancias de las expresiones – que me atrevo a compartirlas con todos ustedes. Cuando se acercan estos días terribles, irrumpe en mi una gran necesidad interior: un deseo de pedir perdón, que me disculpen ...