Conocedor de la tradición jasídica que dice que el hombre tiene más libertad que el ángel porque a diferencia de éste puede cambiar, empeorar o mejorar, un discípulo de Rabí Péraj Tel fue a ver a su maestro, un hombre bajo, fornido y dueño de la sonrisa más ancha que uno pueda imaginar, con el fin de preguntarle en qué consistía, exactamente, un ángel. -Hijo mío-respondió el maestro-, querido Moshé Nahum, un ángel es un enviado de la fosforescencia divina, una partícula de luz que navega en un ...