El sistema consiste en una serie de generadores colocados bajo el asfalto de las carreteras que generan energía cuando los coches pasan por encima. Cada uno de ellos es capaz de producir hasta 2.000 vatios-hora que se almacenan en baterías colocadas a lo largo de la calzada. El sistema se experimentó con éxito en una carretera de Israel el pasado martes 6 de octubre, en un tramo de sólo diez metros. Según publica el diario ...