Hoy tuve que ir al Hospital Hadassah Ein Kerem de Jerusalem. Y como siempre, aunque esté en medio de algo personal, tengo los ojos abiertos y las antenas prendidas para ver lo que ocurre alrededor, qué puedo contar luego de interesante a mis lectores. Eso es lo que pasa cuando el periodismo no es sólo trabajo sino pasión. Mientras esperaba un turno determinado en la planta baja frente a la entrada principal, divisé una ambulancia estacionada junto al lado de la ...