El viaje del presidente Donald Trump a Israel fue exitoso. Los israelíes pueden estar tranquilos ahora. En las vísperas del viaje no lo estaban. La confusión que rodeó la sola determinación de si el Muro de los Lamentos -el foco milenario de las plegarias hebreas- estaba ubicado en Israel, o no lo estaba, fue algo surrealista. Un diplomático del consulado americano en Jerusalem puso en marcha el gran lío cuando, en una conversación telefónica con oficiales israelíes, enojadamente aseguró que ...