La causa palestina, en tanto no se realiza, no logra su objetivo –el declarado ante Occidente, así como el más extenso, que se proclama de puertas adentro; vamos, el verdadero: erradicar la existencia de Israel, porque “la existencia israelí en Palestina es una invasión sionista” (artículo 8 de la Constitución de Fatah)–, permanece como una posibilidad. Una posibilidad múltiple: de excepcionalidad, que permite el beneficio de la solidaridad y las ayudas financieras; de grandiosidad, de utopía (promesa a futuro que exige esperablemente sacrificios y resignaciones presentes ...