La última ola de ataques terroristas de inspiración islamista que azotó a Europa ha vuelto a poner de manifiesto lamentables defectos en la capacidad de las agencias de seguridad europeas para proporcionar una protección adecuada a sus ciudadanos. En los tres casos, los ataques en París, Niza y Viena, ha surgido que los responsables de llevar a cabo los ataques tenían vínculos con redes yihadistas globales que no fueron detectados por los funcionarios de seguridad europeos. Además, la facilidad con la que ...