Pesaj llega en momentos convulsionados. Es que en esta época moderna los conflictos se nos hacen más gráficos, podemos verlos instantáneamente, sentirlos, palparlos; la televisión nos los ofrece en toda su crudeza y dimensión; son más personales que nunca. Como siempre, cuando un conflicto de esta naturaleza empeora, se agudizan nuestras diferencias; y mientras en Gaza o Hebrón, en Jerusalén o Sderot la sangre se derrama, tan roja y tan densa como siempre, tan igual la de unos ...