La reunión de los países del ALBA en La Habana no ha tenido desperdicio. Liderados por un Hugo Chávez pletórico y radiante, que casi llega al levitamiento tras pasar por el delirio, los representantes de los países de esta suerte de segundo Pacto de Varsovia latinoamericano con pretensiones hegemónicas para todo el continente han vuelto a los viejos, manoseados y manidos discursos que algunos creían que no se iban a volver a desempolvar tras el final de la guerra fría. Pero ...