El contraste difícilmente podría ser más evidente. La estrategia de Estados Unidos para disuadir la agresión del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania es imponer sanciones. Pero su estrategia para disuadir la agresión del régimen iraní es levantar las sanciones. Esto no solo es contradictorio, sino que en términos de efectividad es precisamente al revés. Las sanciones no tenían sentido una vez que el asalto de Putin a Ucrania ya estaba en marcha, como observó con amargura su presidente, Volodymyr ...