La recurrencia de atentados cometidos en las últimas semanas por árabes contra civiles y policías israelíes en diversas partes del país, especialmente Jerusalem, coloca a los propios árabes en una situación compleja. Sienten claramente que se convirtieron en sospechosos constantes, que la gente los ve como peligro potencial y que el solo reconocerlos como árabes, pone al otro lado a la defensiva. "El problema es que esta situación nos da miedo también a nosotros", comenta Hamdi, que trabaja en una estación ...