Julián Schvindlerman Comunidades – 19/3/13 Arribado a Caracas para despedir a su amigo y aliado venezolano, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad desplegó una exhibición: besó el féretro, se llevó la mano al corazón, se sentó en su silla, sacó un pañuelo y se lo llevó a sus ojos. “No cabe duda de que Chávez resucitará junto con Jesús y el Impecable” había afirmado antes, aludiendo al Imán Mahdi del chiísmo. Entonces él “ayudará a establecer la paz, la justicia y la bondad”. ...