En el camino a la tierra de Israel conoció a Itzjak, originario de una zona de Polonia (hoy Ucrania) no lejana a la suya. Cuando se casaron, Yojeved tenía 20 años. Su esposo, también sobreviviente de la Shoá, fue el único de su familia en quedar con vida, por lo cual cambió su apellido por Sarid, que en hebreo significa remanente, vestigio. “Formamos una hermosa familia”, cuenta hoy Yojeved, que sigue hablando en plural aunque su esposo ya no está físicamente ...