En 1791 la zarina Catalina la Grande creó la Zona de Asentamiento (Der tjum hamóishev, en ídish) en la región fronteriza occidental del Imperio, abarcando una quinta parte de la Rusia europea, donde se permitió que los judíos vivieran. Dicha Zona se correspondía con los territorios de las actuales Bielorrusia, Lituania, Moldavia, Polonia, Ucrania y la parte más al oeste de Rusia: exactamente las naciones que hoy día se disputan la “auténtica” herencia histórica (a veces racial) de la región. ...