En Riad, en la primera parada de su gira triplemente monoteísta que le llevó también a Jerusalén y a Roma (se siente, pero a La Meca no se puede), Donald Trump pronunció un notable discurso sobre una amplia serie de cuestiones: el Medio Oriente, la violencia yihadista, Irán, una “OTAN árabe” y el islam. Fue una actuación, en líneas generales, positiva. En primer lugar, vayamos con lo que estuvo mal en el discurso, de 34 minutos de duración. Fue incoherente, con saltos de ...