La tradición oral hebrea dice que, desde la extracción de la costilla de Adán con la cual el Creador hizo a Eva, después de los mutuos frotamientos y abrazos que desembocaron, a su vez, primero en Caín y luego en su hermano Abel, si ocurría que Adán se quedaba como atontado, la razón provenía de que el desnivel del hueso ausente rozaba la pieza cedida, y entonces él volvía a cerrar los ojos para no tener que reclamar un préstamo ...