El milagro se hizo realidad. El desierto se convirtió en vergel. Eso es Israel. Hasta el reciente acuerdo de reconocimiento de relaciones bilaterales como amigos y no enemigos, los países árabes siempre envidiaron su existencia y su potencia. El odio los dominaba porque conformaban el bloque musulmán contra el sionismo y la atacaron y acosaron. Pero no pudieron vencer su fuerza y coraje para desafiar a la piedra y convertirla en flor, verdura, granosos y los frutos. A pesar de los beneficios ...