Las conversiones forzosas al islam de muchachas cristianas o hindúes, algunas de menos de 12 años, parece ser el pan nuestro de cada día. Pero diríase que a quienes están en posición de acabar con ello no les importa. Casi no pasa un día sin informaciones al respecto. Este grave y creciente problema afecta a las minorías religiosas. Organizaciones de derechos humanos interesadas por la cuestión estiman que cada año 1.000 jóvenes hindúes o cristianas son forzadas a convertirse al islam, pero la cifra podría ser ...