El acuerdo que ha suscrito Emiratos para normalizar relaciones con Israel es un buen augurio para el futuro del Estado judío y de la peligrosa región en que vive. No es el primero –v. los acuerdos de paz con Egipto (1979) y Jordania (1994)– y probablemente no sea el último. Es muy probable, aunque no seguro, que otras naciones del Golfo sigan sus pasos. Incluso el presidente del Líbano, Michel Aoun, ha insinuado la "posibilidad de conversaciones de paz con Israel". ...