El reciente caso de Samantha Marie Elhasani (née Samantha Sally) –una estadounidense madre de dos hijos que abandonó su hogar en Indiana para unirse al ahora extinto califato del Estado Islámico (ISIS) en Siria– arroja luz sobre el asunto que se está debatiendo en Occidente sobre el grado de culpabilidad de las esposas de los terroristas, y sobre si deberían ser consideradas víctimas o verdugos. El 25 de noviembre, en un tribunal federal de EEUU, Elhasani se declaró culpable y fue condenada por “brindar ayuda económica a personas que deseaban ...