La Ópera Metropolitana de Nueva York estrenó a mediados de octubre un drama musical basado en el asesinato de un ciudadano estadounidense en manos de la OLP casi treinta años atrás. Parte de la opinión pública reaccionó ofendida ante lo que consideró una higienización moral de ese atentado despreciable. Hubo pedidos de que la ópera fuese cancelada, protestas el día del estreno y un largo debate acerca de los méritos o deméritos de ponerla en escena. Comencemos por los hechos ...