Europa es presa de una enfermedad extraordinariamente virulenta y perniciosa que amenaza el bienestar de sus pueblos y del mundo entero. No me refiero al coronavirus, sino al apaciguamiento. En la década de los años 30 del siglo pasado, también la política exterior anglo-francesa estuvo dominada por el apaciguamiento, entonces ante la Alemania nazi; apaciguamiento que fracasó a la hora de impedir una de las mayores catástrofes que haya sufrido la civilización y que se cobró la vida de millones de ...