Hace exactamente cuatro meses, el sábado 7 de febrero a las 6.30 de la mañana, aproximadamente 3.000 terroristas armados hasta los dientes rompieron la valla fronteriza que separa la Franja de Gaza del territorio soberano en el sur de Israel y se lanzaron salvajemente sobre más de 20 comunidades civiles israelíes —kibutzim, pueblos, ciudades y también bases militares, además del sitio del festival de música Nova—, y asesinaron a más de 1.200 personas, en su enorme mayoría civiles. Casi todos ...
Conclusiones duras, cuatro meses después de la masacre
La guerra en curso, que sólo ignorantes o muy mal intencionados pueden calificar de genocidio, tiene como objetivo destruir a Hamás.