En marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento contra Asad, se preveía que los días de éste estaban contados. Pero consiguió mantenerse en el poder con sorprendente tenacidad, gracias en gran medida a la considerable ayuda que le han prestado Irán y sus peones libaneses de Hezbolá. En los últimos meses se ha pasado del “Asad está en las últimas” al “Asad es un campeón”. Pero ese último dictamen podría ser precipitado. La reciente caída de Idlib y gran parte de su entorno ...