Con profundo pesar personal, escribo estas líneas con motivo de la muerte este sábado del general Ariel Sharon, en Israel, a los 85 años, tras ocho en estado de coma en hospital de Tel Aviv. A pesar de que la noticia era esperada y sus posibilidades de recuperación nulas ya desde enero de 2006, su deceso me impacta como si fuese una sorpresa del momento. La carrera militar y política de Sharon es monumental, incomparable, inigualable a la de otro ...