Se veía venir. El ataque autorizado por el presidente Trump contra el comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI), Qasem Soleimani, logró la neutralización de un sujeto nefasto con sangre americana en las manos. Según las estimaciones del Pentágono, casi una de cada seis bajas norteamericanas en la lucha contrainsurgente durante la guerra de Irak eran atribuibles al accionar iraní. Soleimani tomó parte activa en esa campaña, estableciendo campos de entrenamiento e instalaciones para fabricar los explosivos que perforaban los blindados estadounidenses. Soleimani se ...