En 1998 publiqué Sangre judía. Españoles de ascendencia hebrea y antisemitismo cristiano (actualmente en 4a edición) con la ilusa esperanza de referirme a un conflicto pasado. El documento Nostra Aetate del Concilio Vaticano II (1962-65) exculpó a los judíos de la acusación más idiota de la historia: haber matado a un dios inmortal. El establecimiento de relaciones diplomáticas de la católica España con Israel en 1986, la conferencia de Madrid en 1991, la visita en 1993 del rey a Israel, ...