Una querida amiga que murió el año pasado a los ochenta y largos, solía decir que ´´para envejecer se necesita coraje.´´ Tal vez sea una frase como tantas otras, pero yo la encuentro brillante, optimista incluso, porque lo que a uno se le viene encima pasados los setenta o incluso antes, no es fácil de digerir. El Pirké abot o Tratado de los principios sostiene que a los setenta comienza la decadencia: los dolores y molestias físicas aumentan y las pérdidas se acrecientan. Es ...