Jacqueline Goldberg Febrero se orilla a los puertos del Caribe con familiares solazos y ventiscas. Pero el segundo mes de 1939 fue, como pocos, de fogajes venidos del otro lado del mundo. Dos barcos de bandera alemana emergieron del horizonte con una inesperada carga de condenados a muerte. Venían de una desesperada ronda, sin que ningún gobierno aceptara otorgarles refugio y con ello la única oportunidad de salvarse de las garras del nazismo. Los barcos Caribia y Koenigstein habían salido del puerto ...