Un judio y un arabe del Mada rezando cada uno en su religion. Foto MADA Las buenas noticias nunca son tan emocionantes. Siempre es más dramático hacer sonar la alarma sobre un problema u otro. Llamar a Israel un estado de “apartheid”, como lo hizo recientemente la representante Rashida Tlaib, es un buen ejemplo. Es tan incendiario que está garantizado que atraerá la máxima atención, tanto de los críticos como de los partidarios del Estado Judío. Estaba pensando en la acusación de Tlaib la semana ...