Ana Jerozolimski Parece un resorte que hace saltar. El solo mencionar “fronteras del 67”, hace pensar a parte de los israelíes-entre ellos, al parecer, al Primer Ministro Benjamín Netanyahu- en un demonio del que hay que huir a toda costa, mientras otra parte reacciona como si se hubiera dicho la palabra mágica que garantizará paz y tranquilidad eterna entre israelíes y palestinos. A decir verdad, a nuestro criterio, ni una cosa ni la otra. Traemos esto a colación a raíz, por supuesto, de ...