Al comenzar la Segunda Guerra, el regente fascista de Hungría Nicolás Horthy tenía un pacto de cooperación con Alemania, promulgó leyes antisemitas y obligó a más de 100.000 judíos a servir en batallones de trabajos forzados para el ejército. 42.000 murieron por hambre, enfermedades, tortura y maltrato. Al comenzar la invasión a la Unión Soviética, Hungría se unió a las fuerzas alemanas invasoras. Paralelamente entregó a los alemanes 18.000 judíos refugiados, en su mayoría ciudadanos de Polonia y Rusia, que ...