Aún es muy pronto para hacer una evaluación definitiva sobre la gestión del covid-19 en cada país, pero una cosa está clara: Bélgica está viviendo una auténtica masacre. Todo empezó en 2015, cuando el Gobierno del primer ministro Charles Michel (actual presidente del Consejo Europeo) decidió destruir todo el 'stock estratégico' del país –63 millones de mascarillas, entre las cuales figuraban las tan valiosas FFP2–, cuidadosamente almacenado por el Ejército en un cuartel de Belgrade (Namur), porque estaba "desfasado", según declaró ...
Coronavirus: la masacre belga
Todo empezó en 2015, cuando el Gobierno belga destruyó el 'stock estratégico' del país, con 63 millones de mascarillas, para 'hacer sitio' a los refugiados. Como no había mascarillas cuando la pandemia del coronavirus comenzó a extenderse por el país, el Gobierno anunció que no eran necesarias: "Llevar mascarillas para protegerse del coronavirus no tiene mucho sentido".