Aquí y allá, y debido a la paridad, a un antagonismo equidistante, vemos que los estados o incluso las regiones autónomas tienen dificultades a la hora de formar gobiernos. El chirrido político que eso provoca, además de los inconvenientes de presupuesto y guía, administración y funcionamiento, estropea todo posible organigrama. La principal de las razones es la egolatría de los dirigentes, la creencia de que cada uno de ellos es el mejor. Incluso si lo fueran, si fueran estupendos, la ...