En hebreo la palabra “mentira” y “borrachera” suenan igual (sheker), aunque se escriben de forma diferente. Sea cual sea el idioma que hablemos, las falsedades repetidas hasta el hartazgo desarrollan en nosotros un estado de “alteración mental”, similar al mecanismo de adicción a las drogas, que acaba interpretándose como lo contrario. Son las popularmente conocidas como “verdades como puños”, los axiomas de fe del mundo contemporáneo. Algunos ejemplos: la ocupación israelí de Gaza (de la que se ha “desconectado” hace ...